Desde los tiempos de “Gigante”, Warner Bros. no había tenido un éxito de taquilla como el de “Superman”, una película que reactivó el interés de los productores de Hollywood por volver a la tradición de las superproducciones de presupuestos espectaculares. De hecho, todo en “Superman”, un proyecto impulsado y producido por los hermanos Salkind, suena a récord, a desmesura. Más de 50 actores --Warren Beatty, Burt Reynolds, Jon Voight, Robert Redford, Sylvester Stallone, Clint Eastwood, James Caan…-- sonaron como candidatos para interpretar el papel protagonista, pero tras el arduo casting de los Salkind, fue un actor desconocido, que apenas había aparecido en una película y un serial televisivo, Christopher Reeve, quien se llevó el gato al agua. Antes de que Richard Donner se hiciera cargo de la dirección de “Superman” (fue despedido inmediatamente después de terminar la película), los productores ofrecieron la película a Steven Spielberg, quien al parecer pidió una cantidad de dinero excesiva por su trabajo. Todo en “Superman” fue desmedido: en la película trabajó una veintena de directores de fotografía y siete guionistas, entre los que destacaron Tom Mankiewicz (quien paradójicamente no aparece acreditado como tal) y Mario Puzo. Marlon Brando se llevó cuatro millones de dólares por su breve intervención y los títulos de crédito finales tuvieron una duración de siete minutos, otro de los record que en 1978 no tenía parangón. Sólo con el dinero que se invirtió en la secuencia inicial de “Superman” podría haberse producido una película americana de tipo medio y media docena de europeas… Pero todo este esfuerzo, mereció la pena. Los espectadores reaccionaron bien ante la película, que fue objeto de varias secuelas, y a partir de su producción Hollywood redescubrió el cine de gran presupuesto. Lo que queda hoy es una cinta de aventuras más que digna, de agradable visión, de ingenua espectacularidad (cualquiera de los efectos especiales de hoy supera el más complejo de “Superman”) y que, sin ceñirse a él, sí al menos resulta respetuoso con los tebeos y las series que convirtieron a Superman/Clark Kent en el superhéroe favorito de los espectadores del siglo XX.
Primera entrega de las aventuras cinematográficas del superhéroe del cómic, interpretado por el desaparecido Christopher Reeve, rodeado de un inabarcable reparto de estrellas, desde Marlon Brando a Glenn Ford, pasando por Gene Hackman, Terence Stamp y Jackie Cooper.
Primera de las superproducciones de los hermanos Salkind basadas en el clásico superhéroe del comic. El reparto está lleno de estrellas como Gene Hackman, Terence Stamp, Trevor Howard y Glenn Ford, pero es Marlon Brando, en su breve aparición, quien destaca sobre todos ellos. Dirigió la película Richard Donner, realizador también de éxitos comerciales como “La profecía” y “Arma letal”.Superman, the movie de 1978 es considerada por muchos como la mejor cinta de superhéroes a la fecha, (lo que no necesariamente representa la traducción más exitosa de un comic al celuloide). No obstante la épica de la película, la vanguardia de sus efectos especiales, la adecuada inserción de un mito dentro del contexto real, su insuperable banda sonora, así como la exitosa elección de sus protagonistas, hicieron de aquella producción un clásico para la historia del cine fantástico.
¿Cómo hacer una nueva cinta del héroe venido de Krypton sin competir con aquella versión? ¿Cómo recuperar la imbatible música del maestro Williams? ¿Cómo atentar contra el carisma y la gallardía de Christopher Reeve?
La respuesta no era fácil de hallar, pero sin duda alguna sencilla de realizar una vez resuelto el enigma: Coloquemos al héroe cinco años después de lo acontecido en Superman II, lo que daría la oportunidad de aprovechar lo que fueran las dos mejores partes de aquella saga y continuar con la historia original.
Superman Returns se sitúa entonces justo un lustro después que el General Zod y sus esbirros invadieran nuestro planeta. ¿Por qué la ausencia? Porque los científicos terrestres ubicaron con exactitud los restos del planeta Krypton y el hijo de Jor El decide visitar lo que quedó de su mundo.
A su retorno, ya nada es igual, nada… ni siquiera lo que el superhombre pensó que nunca cambiaría: Luisa. De hecho, es ella misma quien en medio de su dolorosa frustración por la ausencia del protector, ha escrito una tesis: ¿Por qué el mundo no necesita a Superman?
Por otro lado, Luthor ha salido de prisión gracias a un tecnicismo legal y su mente planea algo más grande y territorial de lo que el mismo Superman se atreve a imaginar.
La cinta es fantasía pura, magia en la pantalla y una cascada de efectos visuales que no sólo llenan la mirada, la desbordan. El último hijo de Krypton sostiene gigantescos aviones en caída libre, rescata mujeres en apuros, detiene balas con la mirada y salva ciudades enteras de un soplido. Aunque en medio de estas proezas y detrás de la impenetrable “S”, el espíritu de Kal El está desolado; Luisa, el amor de su vida, no puede serlo más, su compañera de vuelo ha encontrado otra manera de visitar las nubes y ahora tiene una responsabilidad más grande e importante que fugarse de luna de miel a la fortaleza de la soledad… una responsabilidad que será una sopresa para ella, Superman y el mismo Luthor.
En los papeles, el prácticamente desconocido Brandon Routh no logra calzarse al 100% las azules mallas, ya que si bien nos regala a un superhéroe digno de aplauso, la nostalgia cinematográfica no puede olvidar a Reeve, quien fuera más superhombre en los últimos años de su vida que en la misma pantalla. Esto queda de manifiesto en muchísimas escenas donde la cámara busca el parecido con el extinto actor; de hecho, el look de Clark Kent y específicamente la toma final de la cinta, son claramente una emulación a su trabajo, ¿y por qué no hacerlo?, si dijimos que la película es una franca continuación de lo que ya habíamos visto. Ahora, no me malinterpreten; lo de las mallas fue una metáfora, ya que muchas mujeres dirán que el nuevo rostro del héroe es "el rostro" y que las mallas le ajustan muy bien, sobre todo en sus superzonas.
En el rol femenino, la guapa Kate Bosworth queda muy lejos de las manías neuróticas pero adictivas de Margot Kidder, quien sin una espectacular belleza, encarnó quizás a la mejor Lois Lane de la historia. Bosworth es buena, (en más de un sentido), pero definitivamente no es pareja para el Hombre de Acero.
Del lado del mal, Kevin Spacey… ah qué decir del maravilloso Lester Burnham de extrema belleza americana… Lex Luthor ha heredado su cinismo, su egocentrismo, su despreocupada malicia. Spacey, el sospechoso menos común es un gran Lex Luthor que no puede compararse con Gene Hackman, porque simplemente son distintos, aunque ambos igualmente disfrutables. Luthor es una maravilla de la maldad: inteligente, carismático, desvergonzado, líder, cruel.
Superman Returns es también, en otros temas, la versión más apegada a lo que mucho se ha dicho: que su historia es esencialmente una adaptación moderna del mesías cristiano: Superman, tiene aspecto humano, pero no podemos afirmar que sea sólo eso; sus poderes lo hacen diferente, único en su clase, prácticamente un salvador. El hecho queda de manifiesto en muchos cuadros de la producción, como aquel en donde el superhombre le explica a Luisa porqué el mundo lo necesita. En el mismo sentido, están las palabras de Jor El: “El padre se convierte en el hijo y el hijo en el padre”. Finalmente se acentúa en una de las escenas finales, donde tras un esfuerzo sobrenatural, donde el héroe sabe que puede morir, queda flotando en el espacio con los brazos abiertos, justo como si hubiera sido crucificado… definitivamente un tema interesante para los semióticos.
Superman Returns retoma sin duda alguna, la fantasía y el aire original de sus antecesoras; quizás con menos sorpresa, es cierto, porque aunque los efectos visuales son empalagosos, se necesita mucho para sorprender a los cinéfilos actuales. No obstante cumple con creces y con toda seguridad se convertirá en el deleite de muchos niños que ya no sabían de superhéroes fuera de los violentos manga. Del mismo modo, será un supersuspiro para aquellos nostálgicos que crecimos con comics tradicionales y que aún en nuestros más secretos cajones guardamos a la luz de nuestro recuerdo, historias tesoro de Marvel y DC Comics.
Por CABZ
Y finalmente llegó el momento en que las luces se encendieron luego de dos horas y media, con un Superman volando a cámara y sonriendo y yo seguía ahí decidiendo cual sería mi reacción final ante lo que acababa de ver. No en forma negativa, como cuando salí de ver X Men 3 y aun no podía dilucidar que mierda había sido lo que había visto, sino que era un cúmulo de sensaciones superpuestas (Super… puestas, Get it? Ok, da lo mismo), un cúmulo de sensaciones que se podría haber resumido como el tener 6 años de nuevo y que cuando crezca quiero ser Superman. Miguel Ángel Ferrada, enviado de Womics y fan del kryptoniano también estaba al lado y creo que ambos buscábamos las palabras adecuadas, ambos sin rellenar aun el papelito que te dan en los pre estrenos de prensa para comentar la película de forma anticipada, digiriendo unos minutos mas el film antes de comprometer lápiz al papel.Antes de seguir, una aclaración: Esta es la primera película de Superman que he podido ver en mi vida adulta en cine. No tengo edad suficiente para poder haber visto las anteriores aunque sea en repeticiones en el cine local, así que esta es la primera vez que las fanfarrias del theme de Superman eran escuchadas en 5.1 y la experiencia era mas que anticipada pero conscientemente bajaba mis expectativas de “saltando por verla” a “moderadamente optimista” después de haber sido quemado con tanta secuela y adaptación malparida en el último tiempo (Si, Matrix Reloaded, te estoy mirando a ti!). Pasado los créditos de Warner (con su variación supermanesca) y el de Legendary y DC Comics, el nudo en el estómago se hizo tremendo, Superman Regresaba y ahora no había vuelta atrás.No quiero entrar en detalles ni spoilers, le haría un flaco favor a cualquiera (sobretodo a una semana del estreno oficial) pero tengo que aceptar, Superman Returns conlleva un impacto emocional añadido en mí, y ya con los créditos se hizo evidente que sería difícil borrar mi sonrisa durante las siguientes horas. Singer hizo lo imposible aun cuando su obsesión con las versiones de Donner (y Lester) le significan al mismo tiempo un peso que le dificulta despegar libremente, pero al mismo tiempo le dan un trasfondo compartido por gran parte del público moderno. Lo comenté al final del screener, por dispares que sonaran Superman Returns me recordó a Desperado en comparación a El Mariachi. La primera y original tiene su encanto y merito en lo limitado de su tecnología y recursos aun cuando lleva un golpe de corazón gigante pero la nueva versión es un depurado y pulido re-telling de la primera Superman sin todo el rollo del origen. Lo que tiene perfecto sentido si lo piensas desde el lado comercial de la franquicia y afortunadamente no ahoga por completo el redescubrir al icono superheroico.Antes de tirarme con los actores hay que decir que Returns es una jodida bella película, cada frame cuidado hasta el hartazgo, con una dirección clara y segura y momentos realmente enormes. Sea un rescate de un avión sin control o salvando a toda Metropolis, Superman jamás se había visto tan bien haciéndolo, desde los créditos en adelante es un show de efectos especiales perfectamente realizados. Si hubo un Superman CGI que fuese muy notorio debió haber sido encubierto por la historia porque la verdad es que hasta el momento no tengo quejas en ese departamento, el que era uno de los más seguros en que le atinaran medio a medio considerando el presupuesto y avances modernos. ¿Los actores? Bueno, esa es otra cosa totalmente.Brandon Routh fue el centro de a controversia mas grande entre la ñoñosfera cuando apareció su primera imagen enfundado en el traje del Supes, pero casi en la misma forma en que todos los ñoños puteamos y alegamos cuando vimos a Christian Bale en un traje de caucho negro en Batman Begins para luego callarnos la bocota, acá pasó exactamente lo mismo. Routh ES Superman, lo ves volar, lo ves elevarse con gracia, lo vez flexionar los brazos haciendo un esfuerzo enorme por detener un avión que está cayendo sin control y lo compras. El tipo nació en Krypton y está acá dispuesto a salvarnos una y otra vez. Curiosamente, lo que me convenció de que este tipo era Kal El para las nuevas generaciones fue su voz, segura pero a la vez suficientemente cálida, este Superman no es un ser distante y frío, pero deja claro que tiene total conciencia de su poder. Su Clark Kent es mucho mas low key que el del recordado Chris Reeve (a quien junto a su esposa está dedicada la película) y hasta cierta forma funciona como un homenaje a ratos, pero se ve enfatizado en su rol de “espía de Superman entre nosotros meros humanos”, lo que para alguien que creció con el Superman de Byrne donde Clark Kent era la persona “real” que se enfundaba el traje es algo chocante pero no del todo insoportable, sobretodo gracias a unas escenas en la granja en las que vemos un balance de ambas personalidades y que da a entender que por esquizofrénico que sea el concepto, ambas caras componen el todo de Superman/Clark.Kevin Spacey como Luthor es otro de los puntos altísimos, jugando en la cuerda floja entre el Luthor camp de otrora y un Luthor mucho mas centrado en la venganza a Superman, en hacerle sufrir por los años perdidos, algo que en manos inexpertas podría haber sido desastroso pero acá funciona perfecto dentro del marco del film. Los secuaces son penosos, hay que decirlo, restándole mística al dolape, pero Spacey en si se mantiene como la elección más sensata a la hora de interpretar a Alexander Luthor.Kate Bosworth en su momento fue difícil de vender como la “intrépida reportera investigadora Lois Lane” pero tras un par de genuinos momentos de periodismo (según me cuenta que es, claro, periodista no soy) y tras una relación cálida con su novio e hijo de a poco fui creyéndole mas y mas el rol, hasta que en los últimos momentos habían pocas dudas, su Lois si bien algo mas calmada por su situación de madre, era en verdad la Lois que conocimos.Podría seguir enumerando personaje por personaje, plot por plot (incluso con los hoyos que puedan existir por ahí) pero en realidad mi review no va por ese lado, no va por la desmenuzada tecnicoide de cómo se ve, como está contada, cortada, montada, orquestada y demases. Lo principal que quería tocar es como esta película trae de vuelta a un personaje que muchos consideran fuera de moda, difícil de relacionar con el tipo común y corriente y otras tantas justificaciones que he escuchado, pero a pesar de todas esos conflictos aparentes, Superman Returns cumple al mostrarnos que incluso el mas ser mas poderoso de la Tierra puede ser tirado al piso, no por la letal kryptonita sino por el órgano que llevamos en el pecho y que tantas alegrías y penas nos trae. Superman es un big softie en esta oportunidad, pero que demonios, yo también lo soy y debo reconocer que quedé emocionado después de algunos puntos importantes cercano al final y que no discutiré para no spoilear nada de nada.Superman Returns es un gran triunfo en mi libro, sobrepasando el temor de que fuese un mero intento por recuperar la continuidad de las películas anteriores por la gracia de hacerlo, pero sirve a tantas formas al contar esta historia en particular que todo se acepta como parte orgánica de quien es Superman para el mundo.Finalmente, lo dijo antes Scout Kurtz y yo lo robé mas arriba, para resumir mi review… Mi nombre es Carlos Badilla, tengo 6 años y cuando grande, quiero ser Superman. Pero eso en el futuro.Por ahora, Brandon Routh llena las botas admirablemente.
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